ADIÓS A ROLANDO MIX TORO, POETA

Ha fallecido el poeta Rolando Mix Toro (Pozo Almonte, Chile, 1931). Fue poeta y defensor de la poesía: iba de aquí para allá, con su suavidad mapuche, inflamado de palabras, de afabilidad y de pasión. Unos meses atrás pasó un mal trago: se recuperó, y se recuperó sobre todo para seguir escribiendo, para soñar sus memorias y para seguir redactando versos. Su último proyecto fue ‘Tras la palabra’ (DPZ, 2009), un libro que tiene algo de compendio general de su poética y de su existencia. Ahí está casi todo: el amor, la solidaridad, su condición nómada, los homenajes a los paisanos y peregrinos de su propia ruta como el titiritero Javier Villafañe, y estaba especialmente el lenguaje. Rolando Mix Toro vivía el lenguaje como se vive una pasión enardecida o la mejor amistad: buscaba la belleza de los vocablos, su música, su vasta semántica, y en ese libro hablaba también de algo decisivo en un escritor: la voz de la poesía, la voz que emana de la garganta, el entramado sentimental y léxico que hace posible los poemarios.

Hijo del escritor social y pintor Norberto Mix Martínez, Rolando Mix era poeta sin saberlo. Salía a la pizarra y se inventaba algo: el mundo lejano, los paisajes y su color, poemas a la manera clásica Se marchó a Santiago de Chile, e hizo de todo: fue librero, periodista, técnico agropecuario, traductor, y se sentía próximo a Salvador Allende. Fue amigo Enrique Lihn, veneró a Neruda y a Nicanor Parra, y hubo de huir por piernas ante la carnicería de Pinochet. Estuvo inicialmente en Leipzig, en la República Democrática Alemana, hasta que Primitivo Cardenal y Ramón Sáinz de Varanda. Aquí la vida le dio amigos, multitud de amigos, cómplices como el músico Jorge Berges o los integrantes de Monte Solo, mujeres de seda como Juanita, le dio libros, y él a Zaragoza se lo dio todo: cariño, ardor, generosidad, talento. Entre otros libros, habría que citar ‘Río de amor’ o ‘Tras la palabra”. Creía que la poesía era un arsenal de vida y experiencia que se desea transmitir.

Se fue por sorpresa. Muchos esperarán, de nuevo, las llamadas más delicadas del mundo cada mañana. Las suyas eran así.