ÁNGEL GUINDA: UN POEMA DE 1977
Visión de Aiseúl
Aquí el trigo nacía entre las piedras,
crecía entre las piedras el amor.
Moría el campesino cada día:
de soledad, de guerra, de paz o de blasfemia.
No hubo nunca canción, nunca bandera,
nunca manos unidas defendiendo
una causa común. Tan sólo gritos,
naipes vencidos, vino de uva pobre,
perros nocturnos, emigración y nieve.
Amenazó la ruina a los templos,
pero los templos fueron restaurados;
amenazó al hombre la miseria
y miserablemente murió el hombre.
Sólo el aire fue libre aunque nadie lo supo
sino el poeta,
que llegó silencioso una mañana,
silencioso vivió durante años
y silenciosamente se marchó una tarde.
Ángel Guinda
*Este poema está fechado en 1977, hace 30 años, nada menos, y es un homenaje a Luesia.
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